Carpe Diem

DAL_1_~1

«…la vida es aquello que se nos va, a cada instante, sin que podamos darnos cuenta de que ya llevamos una «leve mota de arena» sobre nosotros, cual peso se hace a cada instante más denso y pesado que anteriormente. Por tanto, debemos vivir el instante, no el mañana o recordando el pasado, debemos aprender a ser sabios por lo aprendido en nuestro pasado y, curiosos, suspicaces, por un futuro que está por venir, pero debemos ser cuidadosos con nuestro presente y saber disfrutar cada segundo de él…»

La vida, ese instante que se va consumiendo a cada momento, cada segundo que pasa. Muchos pensarán en el momento, otros en el mañana y otros.. otros simplemente en vivir el momento, pero con recuerdos en sus mentes de lo vivido, de aquellos momentos de felicidad o simplemente recordando cualquier cosa, pero no saben que mientras piensan en aquellos efímeros recuerdos, va cayendo una diminuta e imperceptible pizca de arena en sus relojes por instantes, los cuales no regresarán jamás. La vida es así, sinónimo de felicidad, de esfuerzo.. pero también de pena y dolor, por lo que no importa aquello que hagas ya que, pasarás por ellos como una simple «prueba» o un simple obstáculo que se ha de superar si queremos continuar en este lánguido viaje, al que todos llamamos vida. Muchos quisieran estar en este instante en el que estoy, en el que me encuentro, pensarán «ya has cumplido 18, tienes libertad para hacer cuanto te plazca», en cierta medida posiblemente, pero.. si pudiesen darme un instante en el que pensar, mejor les habría respondido con un leve suspiro, sin palabras adecuadas. Cumplir más edad no te da mayor libertad, ni mayor amplitud de sueños por cumplir, tan solo te vas acercando un paso más a esa inevitable meta a la cual, sin que nosotros pretendamos llegar a ella e intentemos poner impedimento alguno, llega por sí sola y como llega, se va. Como bien diría Espinoza: la vida no es aquello para quedarse quieto, casi paralizado, rogando a otro ser y mostrándole súplicas ineptas; la vida es aquello que se nos va, a cada instante, sin que podamos darnos cuenta de que ya llevamos una «leve mota de arena» sobre nosotros, cual peso se hace a cada instante más denso y pesado que anteriormente. Por tanto, debemos vivir el instante, no el mañana o recordando el pasado, debemos aprender a ser sabios por lo aprendido en nuestro pasado y, curiosos, suspicaces, por un futuro que está por venir, pero debemos ser cuidadosos con nuestro presente y saber disfrutar cada segundo de él. De esta forma, cuando lleguemos a esa esperada vejez, cuando miremos atrás, no será para llorar, sino para sonreír por haber actuado de forma correcta.

Deja un comentario